Sennen no niji

jueves, 3 de diciembre de 2009

Hanami, la fiesta del cerezo.


No hay nada mas hermoso que estar en Japón al comienzo de la primavera. En serio, entonces nos damos cuanta cuantos cerezos hay en todos los rincones del país pues comenzamos a ver cómo florecen y la simpatía que sienten todos los japoneses por estas pequeñas y delicadas flores. Bien, que el cerezo no es un árbol autóctono de las islas japonesas, fue traído desde China hace muchos siglos, pero con el tiempo se ha convertido en uno de los símbolos de la cultura nipona presente en pinturas y hasta en cómics y dibujos animados.

La flor del cerezo marca el comienzo de la primavera en muchas zonas de Japón. Hay toda una cultura a su alrededor y muchos festivales se organizan en santuarios, parques públicos e incluso templos. El “Ume Matsuri” (festival del cerezo) arranca entre febrero y marzo cuando cientos de personas comienzan a salir a comer a los parques para celebrar esta época que se conoce también como hanami o “fiesta de la observación de las flores”. En general esta época tan colorida dura una semana sola así que hay que apresurarse para no perdérsela.

Lo usual es preparar un picnic bajo los cerezos en flor, algo muy bonito y romántico que es aprovechado por familias, amigos y parejas para pasar un momento agradable y tradicional donde en realidad se recuerda la prosperidad que renace después del frío invierno. En la época fría los pequeños arboles son apenas esqueletos grises y comunes, pero en la primavera se convierten en símbolos de la belleza absoluta.

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